más comúnmente conocida como la reina Min (閔妃), fue la última emperatriz de Corea. Para el pueblo coreano es una heroína, equivalente a Juana de Arco de Francia, cuya popularidad está relacionada con recientes producciones televisivas, cinematográficas y musicales en este país.
El asesinato fue presenciado por uno de los guardias imperiales y un arquitectos ruso apellidado Sabatin, que dejó una narración de los hechos. El asesinato de la emperatriz provocó gran conmoción en Corea y protestas por parte de otros embajadores extranjeros en Corea. Para apaciguar estas protestas, y las críticas a nivel mundial, el gobierno japonés finalmente llevó a Miura Goro y a los demás presuntos asesinos a juicio. Todos fueron absueltos del cargo de asesinato por falta de pruebas.
El emperador Gojong, enfurecido por este acontecimiento, concedió póstumamente a su esposa el título de Myeongseong (brillo o estrella brillante) y la enterró en Jongmyo, el templo nacional de Corea. De todas las mujeres que allí se encuentran enterradas, Myeongseong es la única con rango de "emperatriz"; las demás mujeres sólo tienen el rango de "reinas consortes".
El 11 de mayo de 2005, los descendientes de Kumitomo y Ieiri, viajaron al templo de Jongmyo para rendir homenaje a la emperatriz y pedir disculpas por el asesinato que presuntamente cometieron sus antepasados.